
Los números son una gran fuente de información. Cuando sabes como utilizarlos, te pueden facilitar las cosas. Te pueden señalar el camino más adecuado. Todo depende de cómo los trates.
Está el grupo de los emprendedores intuitivos. No les gustan los números. No se sienten cómodos. Ponen el entusiasmo siempre por delante. Es atractivo. Es mucho más divertido hablar de pasiones e ideales que controlarlo todo con números. Cuantos menos números más intuición. Cuantos menos números más creatividad.
Hay otro grupo. Estos piensan que los números son mágicos. Que en ellos está la verdad de todo. Los acumulan. Los estudian. Hacen todo tipo de combinaciones. Les pasan la responsabilidad. Les entregan las decisiones. Esperan encontrar todas las respuestas.
No creo que ninguna de estas posiciones sea la más adecuada. Están en los extremos. No suelen funcionar.
¿Qué son los números?
Supongo que hay muchas definiciones. Yo pienso que son la materialización de conceptos más abstractos. Más difíciles.
Cuando ves un número, imaginas algo más concreto. Le pones cara, ojos, nombre y apellidos. Lo puedes tocar. Lo puedes ver. Dimensionas tu realidad a través de tus números. Mides lo que te rodea y entiendes mejor tu entorno. Mejoras tu conocimiento.
¿Por qué los necesitas?
Hay mucha información, pero no toda es válida. Los números te dan información sobre la que puedes actuar. Te ayudan a ver, entender, medir y comparar. Luego decides. Se puede decidir sin ellos, pero con ellos se decide mejor.
¡Ah! Los números te dan luz, pero sin números no estás a oscuras. No te bloquees. Hay cosas que no tienen números. Si no tienen, no tienen. No te inventes un algoritmo complejo para justificar algo que tiene una naturaleza diferente. Mídelo de otra manera.
No todos los números son iguales
Cuando los conoces te pueden sorprender. Empiezas a entenderlos y a sacarles un partido increíble. Es un mundo nuevo lleno de posibilidades. Corres el riesgo de empacharte y caer en el exceso. De llenar de números tu negocio, tu gestión y tu vida.
Antes de hacerlo, recuerda porqué los necesitas: para incrementar tu conocimiento y tomar mejores decisiones. ¿Todos te aportan lo mismo? ¿Están al mismo nivel? Me da la sensación de que no es así.
Hay números críticos y números divertidos. Los primeros te ayudan a progresar, a hacer que las cosas se muevan. Los segundos te entretienen. Están bien, pero no te aportan demasiado.
La vida es demasiado corta como para centrarse en lo que no es relevante. Olvídate de los números que no aportan demasiado y trabaja con los que te hacen mejorar. Con los que te empujan hacia delante.
Los números están ahí para ayudarnos. A veces no sabemos qué hacer con ellos. No pasa nada. No importa. Si les das el tiempo suficiente, empezarás a oírles hablar. Dicen cosas interesantes de ti y de tu negocio.
Salvador Figueros
Foto: mollycakes / flickr