Puedes hacer negocios sólo o puedes hacerlos acompañado. Todo depende del capital del que dispongas y de la necesidad que tengas de compartir cosas con otros.
No hay recetas. Pero sí hay algunas cosas que hay que considerar en cualquiera de los dos casos.
Cuando eres el dueño de tu proyecto al 100% todo es para ti. Todo el control, toda la satisfacción, todos los beneficios… Pero también es para ti todo el riesgo, todo el trabajo, todas las pérdidas,…
Por el contrario, cuando compartes, cuando parte de tu negocio pertenece a otro o a otros, todo se reparte. Se reparten los problemas, pero también se reparten las alegrías.
La mejor opción
¿Mejor, peor? Depende de ti. Depende de cómo te sientas más cómodo. Algunos emprendedores prefieren no tener que consensuar demasiadas cosas y soportan el resultado de sus decisiones. Otros lo ven al revés.
Si finalmente optas por compartir, ¡Enhorabuena! Puede ser una gran decisión, pero asegúrate de dejar todo claro desde el primer momento.
Las cosas claras
¿Qué significa dejar todo claro? Pues eso, que no queden temas demasiado abiertos. En especial aquellos que hagan referencia a la posible falta de acuerdo.
Las cosas son así, empiezas un proyecto con alguien, vais de la mano, todo encaja perfectamente,… hasta que en algún punto del camino se produce alguna diferencia.
Si la diferencia es pequeña y hay voluntad de solución, perfecto, se resuelve y se retoma la situación.
Pero hay veces que las diferencias no son tan pequeñas y las soluciones no son tan fáciles. Cuando esto ocurre hay que estar preparados.
Si piensas que a ti no te puede ocurrir o que conoces perfectamente a las personas con las que te asocias o que este tipo de situaciones no son posibles o…, créeme no es así. Este tipo de situaciones ocurren constantemente y les pueden ocurrir a todos. También a ti.
¿Qué hacer?
Lo que te he comentado anteriormente, dejarlo todo claro. No hay otra fórmula que funcione mejor.
Para resolver este tipo de disputas, hay que ponerse en el peor de los casos. En el caso en el que no haya solución aparente. Por lo general, este tipo de situaciones se llevan un montón de tu tiempo y de tus energías. Además, suelen ser bastante desagradables.
Afortunadamente, hay algunos métodos para evitar todo esto. Uno de los que más me gusta es el que se conoce como “The mexican shootout” que viene a ser algo así como “el tiroteo mexicano”.
The Mexican Shootout
Si finalmente la idea de negocio de los socios es absolutamente distinta y la ruptura es inevitable, ha llegado el momento de tomar caminos diferentes.
Aquí es donde entra el juego “The Mexican Shootout”. ¿De qué va todo esto? The Mexican Shootout no es más que una cláusula que se suele incluir en los acuerdos entre accionistas.
Cuando la disputa entre accionistas es lo suficientemente seria como para no poder resolverse, cada una de las partes enfrentadas piensa en la cantidad de dinero que estaría dispuesta a pagar por el total de la compañía. Escribe la cifra en un papel y la introduce en un sobre que sella posteriormente.
Después, se dirigen a un abogado imparcial o cualquier otra persona que hayan designado a tal efecto para abrir los sobres en presencia de las dos partes implicadas.
El socio que haya escrito el precio más alto se convierte automáticamente en el comprador de la participación del otro socio al precio reflejado en su oferta.
Algunas cosas a tener en cuenta
Para que todo el engranaje funcione perfectamente, hay un par de cosas que hay que dejar cerradas.
Primero, hay que acordar el tiempo máximo del que dispondrá la parte ganadora para conseguir el dinero que pagará por su participación a la otra parte.
En segundo lugar, si la parte ganadora no fuese capaz de conseguir reunir la cantidad total de dinero, debe hacer frente a una penalización pactada. Esta penalización puede oscilar entre el 10-20% del total del valor de su oferta.
Además, al no poder cubrir su oferta, cederá a la otra parte la opción de comprar sus acciones al precio ofertado por su rival. De esta forma, el mecanismo fuerza a las partes a poner en juego la oferta más alta que, de forma razonable, pueden cubrir.
Es obvio que el mundo sería un lugar mucho más tranquilo si este tipo de disputas no tuviesen lugar. Lamentablemente, no es así.
The Mexican Shootout es un mecanismo que funciona. No es agradable pasar por este tipo de situaciones, pero si al final es inevitable, mejor hacerlo con una fórmula que asegura una solución a las partes. The Mexican Shootout es esa fórmula.
Salvador Figueros
Foto: kiewic / flickr
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